Empecemos por el principio: El Poro.
Nuestra piel está repleta de poros que nos permiten termorregularse y además expulsar el sebo necesario que necesitamos para crear el manto hidrolipídico que nos protege e hidrata de manera natural.
A lo largo del día, especialmente en la cara, vamos generando sudor, grasa y escualeno y esto es fundamental para permitir que la piel esté hidratada y protegida, pero como todo en esta vida: en exceso, no es bueno. A esto se le suma un proceso natural necesario, que es la liberación de las pieles muertas para dar paso a las nuevas, pero ¿Qué pasa cuando se junta toda esta materia? Se obstruye el poro y acaba agrandándose hasta en un 300%.
¿Hay más elementos? Pues sí. A esto tenemos que añadir otros factores externos que influyen: el maquillaje y la contaminación que acaba repercutiendo en el estado de la misma.
Para mantener una correcta higiene de la piel facial sin entrar en el proceso de exfoliación aconsejamos realizar la doble limpieza.
El Origen: La Doble Limpieza Japonesa.
Recomendable para todo tipo de piel por sus beneficios, es necesario adaptarla a las necesidades de cada piel. Este proceso de limpieza nos permitirá dejar el folículo piloso en condiciones óptimas. Aquí te detallamos los pasos:
- Desmaquillado: este proceso nos permite eliminar los residuos como pueden ser el maquillaje, el exceso de sebo y los filtros de protección solar. Para ello existen diferentes tipos de productos.
- Limpieza: esta parte nos permite llevar a cabo una limpieza en profundidad asegurándonos que retiramos todas las impurezas y a regular el exceso de sebo y como cada piel tiene unas necesidades específicas, deberemos elegir aquel que mejor se adapte a la nuestra.
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Tonificación: ¿por qué una tercera fase? Concluir esta limpieza con el tónico nos permitirá reequilibrar la piel para que esté más receptiva. En este paso dejaremos que el tónico actúe sobre la piel equilibrándola y purificándola idealmente unos 5 minutos.
Según el momento del día en el que realicemos la limpieza, recomendamos completar el tratamiento con un serum y/o crema hidratante y protector solar, según sean nuestras necesidades específicas.
Mucho más que tonificar.
Del griego tonikòs (lo referente al tono) el tónico es un producto a menudo subestimado en la rutina de cuidado facial que tiene múltiples beneficios. Los tónicos cosméticos han sido elementos fundamentales en las rutinas de cuidado facial durante décadas. Entre otros, permite depurar la piel, estimular nuestro rostro, conseguir una piel tonificada y fresca y reducir el tamaño de los poros gracias a sus ingredientes. Su función principal es preparar la piel para recibir los tratamientos posteriores, equilibrando el pH y proporcionando beneficios adicionales dependiendo de sus ingredientes activos.
Añadir un tónico a tu rutina facial es fundamental por varias razones clave que contribuyen a la salud y apariencia de la piel.
En primer lugar, los tónicos actúan como el paso intermedio entre la limpieza facial y la aplicación de productos de tratamiento. Después de limpiar la piel, los tónicos eliminan los residuos de maquillaje, suciedad y exceso de grasa que podrían quedar, asegurando que los poros estén completamente libres de impurezas.
Esto no solo mejora la eficacia de los productos que se apliquen a continuación, sino que también promueve una mejor absorción de los ingredientes activos de esos productos, maximizando así sus beneficios.
Además, los tónicos ayudan a equilibrar el pH de la piel. La piel tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 5.5, que es importante mantener para una función de barrera óptima. Los limpiadores faciales pueden alterar temporalmente este equilibrio, especialmente si son alcalinos. Los tónicos ayudan a restaurar el pH natural de la piel después de la limpieza, lo cual es crucial para mantener una piel sana y resistente a las irritaciones.
Otra razón importante para usar un tónico es su capacidad para hidratar y preparar la piel para la absorción de ingredientes hidratantes y nutritivos. Muchos tónicos están formulados con agentes hidratantes como el aloe vera o extractos botánicos que ayudan a retener la humedad y suavizar la textura de la piel. Esta hidratación adicional es especialmente beneficiosa para pieles secas o maduras que tienden a perder agua más rápidamente.
¿Son todos iguales? No, y deberemos utilizar el que mejor se adapte a nuestro tipo de piel: seca, mixta o grasa, y es que para estimular nuestro rostro y conseguir una piel tonificada y fresca necesitamos que el tónico aborde nuestra necesidad específica.
Los tónicos están compuestos típicamente por una combinación de agua, humectantes, agentes calmantes, antioxidantes y otros ingredientes activos específicos. Cada uno de estos componentes cumple un rol crucial en la mejora de la salud y apariencia de la piel. Por ejemplo, los humectantes como el aloe vera ayudan a mantener la hidratación cutánea, mientras que los antioxidantes como la vitamina las rosas protegen contra el daño causado por los radicales libres.
Tipos de Tónicos y Sus Beneficios
- Tónicos Astringentes: Diseñados para pieles grasas o propensas al acné, estos tónicos suelen contener ingredientes como el ácido succínico o el hamamelis, que ayudan a controlar el exceso de sebo y reducir el tamaño de los poros. Estudios han demostrado una reducción del sebo en un promedio del 25% después de cuatro semanas de uso continuo.
- Tónicos Hidratantes: Formulados con ingredientes como la rosa damascena, aloe vera o extractos botánicos, estos tónicos están diseñados para restaurar y mantener el equilibrio de humedad en la piel. Se ha observado un aumento del 30% en la hidratación cutánea después de la aplicación regular durante un período de dos meses.
- Tónicos Calmantes y Antiinflamatorios: Contienen ingredientes como el agua de jazmín, o los fermentos biotecnológicos, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes. Estudios clínicos han reportado una reducción del 20% en la inflamación y enrojecimiento facial después de seis semanas de uso.
Efectos según el tipo de piel.
Los tónicos cosméticos juegan un papel crucial en el cuidado facial diario, ofreciendo beneficios específicos que varían según el tipo de piel.
En una piel grasa el tónico nos permitirá reducir el exceso de sebo, minimizar los poros y dejar una sensación de frescura y limpieza en la piel. Si tenemos una piel que tiende a seca y/o sensible, el tónico nos ayudará a reducir las inflamaciones calmando la piel y esto nos permitirá mejorar la elasticidad y firmeza de la piel, alargando además la hidratación de la misma.
Los beneficios instantáneos son múltiples: equilibrio, hidratación adicional, reducción del tamaño del poro aun permitiéndole estar abierto y eliminar el exceso de grasas, pero no solo esto.
Además de permitir preparar la piel en su punto óptimo para asimilar el siguiente tratamiento, sus importantes nutrientes y vitaminas permiten mantenerla sana.
Los ingredientes cuentan.
Si ya nos conoces, no te sorprenderá: es fundamental que los ingredientes que componen los productos de cosmética que utilizamos sean libres de tóxicos.
Una cosmética efectiva, natural, sin sufrimiento animal, respetuosa con tu salud y con el planeta es posible.