La industria cosmética ha sido tradicionalmente uno de los sectores más contaminantes del mundo. Más allá del plástico de los envases, uno de los problemas más invisibles es el desperdicio de producto, especialmente de aquellos cosméticos con pequeñas taras o imperfecciones que nunca llegan al consumidor porque no se ponen a la venta.
Este desperdicio tiene un impacto ambiental severo, ya que contribuye directamente a la contaminación del planeta. Sin embargo, existen alternativas. En Banbu trabajamos para reducir el desperdicio, creando cosmética natural que, además de cuidar tu salud, protege el entorno. En este artículo te contamos por qué este desperdicio es un problema grave para el medioambiente y cómo se puede contribuir a reducirlo.
¿Qué significa “desperdicio” en cosmética?
Cuando pensamos en residuos cosméticos, lo primero que viene a la mente suele ser el envase de plástico. Es cierto que es esto también es un gran problema, puesto que la industria cosmética produce alrededor de 120 mil millones de envases de plástico al año en todo el mundo. Sin embargo, no se limita solo a eso.
El desperdicio va más allá del packing, ya que este sector des desaprovecha una parte significa de los propios productos. Algunos de los motivos que hacen que un producto sea desechado son pequeñas taras como el envase dañado o una fecha de caducidad próxima. Se estima que entre el 20% y 40% de los cosméticos podrían acabar como desperdicio por esta razón.
Aunque este tipo de residuos son menos visibles, son igualmente graves, ya que muchas veces estos productos terminan destruidos o en vertederos sin una gestión adecuada.
El impacto ambiental del desperdicio
Gran parte del problema sigue siendo el envase. Se estima que el 95% de los pakaging de los cosméticos se desechan tras un solo uso, y la mayoría de ellos no se recupera para el reciclaje. El plástico con el que se componen suele terminar en el vertedero o, peor aún, en ríos y océanos, donde contribuye a la contaminación.
Sin embargo, productos no usados, con pequeños desperfectos o con una fecha de caducidad suponen también un gran número de desperdicios. Cuando estos cosméticos no se venden, no solo se desecha el envase, sino también el producto que contienen.
Tradicionalmente, que un cosmético tenga la caja abollada, una etiqueta mal colocada o una fecha de caducidad próxima al vencimiento, son motivos suficientes para no venderlos. Estos productos se suelen retirar de la venta, aunque el contenido sea perfectamente útil y conserve toda su calidad solo por problemas estéticos.
Este enfoque produce un desperdicio ambiental brutal, y los datos no dejan de empeorar: según un informe, la industria cosmética podría generar hasta 12 billones de toneladas de residuos plásticos para el año 2050.
Ser parte del cambio
Afortunadamente, el número de alternativas para reducir desperdicios en este sector, está creciendo cada día más, gracias a una mayor concienciación. En Banbu no solo cuidamos la salud de las personas, sino también la del planeta. Este modelo nos ayuda a evitar muchos de los desechos que se generan en la industria convencional, gracias a nuestros envases sostenibles y a iniciativas como “Perfectamente imperfectos”.
Los envases que utilizamos son reciclables, compostables o incluso recargables. Al evitar plásticos innecesarios, reducimos la huella y también mejoramos la concienciación ambiental que los consumidores.
Además, iniciativas como “Perfectamente imperfectos” tienen como objetivo poder dar una segunda vida a productos que, por pequeñas taras (caja dañada, mancha, fecha cercana), no pueden venderse. En Banbu los sacamos a la venta con grandes descuentos para incentivar a que más personas les den una oportunidad.

Iniciativas de este tipo ayudan a marcar la diferencia porque evitan que productos útiles se desechen, acercan el consumo sostenible a todas las personas y reducen el desperdicio de ingredientes y recursos implicados en su fabricación.
Decisiones que marcan la diferencia
El desperdicio en cosmética no solo es un problema del uso del plástico, sino también de productos no vendidos por estar defectuosos y que representan una parte significativa de la contaminación de esta industria.
Utilizando los productos de Banbu, también te conviertes en agente del cambio. No solo cuidan tu salud, sino que también protegen y respetan el entorno. Gracias a alternativas como “Perfectamente imperfectos”, se demuestra que es posible ofrecer cosmética de calidad y natural mientras se reduce significativamente el desperdicio.
Elegir Banbu es una decisión consciente: no solo para cuidar tu piel con ingredientes seguros y sostenibles, sino para contribuir a un modelo más respetuoso con el planeta. Como consumidores, cada vez que apostamos por esa filosofía, estamos dando un paso hacia una industria cosmética más responsable.