En los últimos años, ha crecido el interés por saber qué contienen los productos que aplicamos sobre nuestra piel. Hasta hace poco, los ingredientes presentes en cosméticos, productos de limpieza o envases apenas se cuestionaban. Sin embargo, hoy sabemos que algunos de ellos, como los disruptores endocrinos, pueden tener un impacto directo sobre nuestra salud hormonal.
Estos compuestos están más presentes en nuestro día a día de lo que creemos y pueden encontrarse tanto en cremas, maquillaje o perfumes, como en envases de plástico, textiles o ciertos alimentos.
En este artículo te explicamos de forma clara y sencilla qué son los disruptores endocrinos, dónde se encuentran, cómo afectan al cuerpo y qué puedes hacer para reducir su presencia en tu vida.
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que interfieren en el correcto funcionamiento del sistema endocrino, es decir, alteran las hormonas del cuerpo. En el organismo, las hormonas juegan un papel muy importante, ya que son las encargadas de la comunicación entre las células y los distintos órganos y controlan funciones tan importantes como el crecimiento, el metabolismo, el sueño, el estado de ánimo y la fertilidad.
Estas sustancias pueden actuar como imitadores de nuestras hormonas (falsos mensajeros), interferir en su producción o bloquear su acción. Como resultado, se pueden desencadenar efectos negativos en la salud, incluso con exposiciones muy pequeñas. Por ejemplo, algunos disruptores endocrinos pueden permanecer en el cuerpo hasta 10 años, acumulándose con el tiempo.
¿Qué efectos pueden tener en nuestro cuerpo?
Aunque el efecto de los disruptores endocrinos depende de muchos factores (como la dosis, la duración de la exposición o la edad), los estudios científicos han relacionado su presencia con varios problemas de salud, entre ellos:
- Trastornos hormonales y reproductivos (como infertilidad o pubertad precoz).
- Problemas de tiroides.
- Problemas en el desarrollo.
- Mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
- Alteraciones del sistema inmunológico y neurológico.
Lo más preocupante es que muchos de estos efectos pueden aparecer incluso con exposiciones muy bajas, especialmente si ocurren en etapas sensibles del desarrollo, como el embarazo o la infancia. En estos periodos el cuerpo es especialmente vulnerable, por lo que la exposición podría tener efectos en la salud a largo plazo.
¿Dónde se encuentran los disruptores endocrinos?
Hoy en día, existen más de 1.000 sustancias químicas identificadas como posibles disruptores endocrinos, y muchas de ellas están presentes en productos cotidianos. Algunos de los lugares más comunes donde pueden encontrarse son:
- Productos de higiene y cosmética: perfumes sintéticos, desodorantes, cremas, maquillajes y geles que contienen ftalatos, parabenos o triclosán.
- Plásticos y envases alimentarios: estas sustancias pueden estar presentes en botellas, latas, tuppers y otros recipientes plásticos, ya que estas contienen bisfenol A (BPA).
- Pesticidas y productos de limpieza: muchos productos químicos usados en agricultura y limpieza doméstica contienen sustancias con efectos hormonales.
- Textiles tratados con retardantes de llama: para hacer menos inflamables a algunos productos, se les añaden sustancias con químicos que pueden al contacto con la piel pueden resultar tóxicas.
- Metales pesados: el mercurio, el cadmio o el arsénico, aunque se encuentren en el medioambiente, pueden producir alteraciones en el sistema hormonal. Estos metales pueden llegar a nosotros a través de la comida que consumimos.
Como se puede observar, estas sustancias están presentes en productos cotidianos por lo que, si no se toma consciencia, la exposición puede ser continuada. Los disruptores endocrinos pueden entrar al cuerpo a través de la comida, la inhalación o la piel.
¿Cómo se puede reducir la exposición a estos compuestos?
Los disruptores endocrinos pueden afectar en gran manera a nuestra salud, por lo que si queremos proteger nuestro organismo hay que intentar que la exposición a ellos sea mínima o nula. Para poder mantener un estilo de vida saludable en el que los disruptores no estén presentes, se pueden hacer pequeños cambios en la rutina:
- Elige cosmética natural y libre de tóxicos. Cambiar a una cosmética sin ingredientes dañinos para el cuerpo puede suponer un antes y un después en nuestra exposición a los disruptores endocrinos. Con este sencillo gesto, reduciremos el contacto con ellos en una gran parte.
- Evita calentar alimentos en envases de plástico. Se recomienda sustituir los envases de plástico por otros de vidrio o cerámica, ya que estos no contienen ningún elemento que pueda ser tóxico.
- Usar botellas de vidrio o acero inoxidable.
- Evitar la comida procesada y enlatada. Aunque puede ser un reto, hay que evitar en la medida que se pueda este tipo de comida, ya que puede contener sustancias que actúen como disruptores endocrinos.
- Revisa las etiquetas: cuanto más simple y natural sea la lista de ingredientes, mejor.
- Opta por alimentos frescos y ecológicos, siempre que sea posible.
- Ventila tu hogar diariamente y evita el uso excesivo de ambientadores y limpiadores agresivos.
Comienza a cuidarte de forma natural
Ser conscientes de lo que consumimos es el primer paso para proteger nuestro equilibrio hormonal y el del mundo que nos rodea. Apostar por alternativas naturales, seguras y responsables no solo mejora nuestra salud, sino que también contribuye a un futuro más sostenible.
En Banbu hemos creado una cosmética consciente, sin ingredientes tóxicos, sin plásticos innecesarios y con fórmulas 100% seguras para ti y para el planeta. Comenzar a utilizar nuestros productos elaborados sin disruptores endocrinos supondrá un antes y un después en tu salud.