Aunque cada vez se conoce más sobre lo perjudiciales que resultan, la exposición humana a los disruptores endocrinos sigue siendo una de las mayores preocupaciones para la salud pública. Estas sustancias tóxicas se encuentran en muchos productos y lugares cotidianos, desde cosmética hasta envases de alimentos, lo que provoca un contacto casi constante con ellas. Si no se toman medidas, esta exposición continuada puede generar problemas graves de salud a largo plazo.
Los disruptores endocrinos tienen la capacidad de interferir en el funcionamiento del sistema hormonal del organismo, lo que puede provocar efectos adversos. Afortunadamente, existen alternativas naturales y seguras que ayudan a reducir la exposición a estos compuestos. En este artículo te contamos cómo actúan, qué efectos negativos tienen y cómo puedes evitarlos.
¿Qué son los disruptores endocrinos y cómo actúan?
Antes de conocer qué son los disruptores endocrinos, es importante comprender cómo funciona el sistema endocrino. Este es una red de hormonas, glándulas y receptores que regulan funciones vitales de cuerpo, como crecimiento, reproducción, desarrollo neurológico o incluso estado de ánimo. Dentro de este sistema, las funciones más importantes son realizadas por las hormonas, ya que actúan como mensajeras viajando por la sangre y poniendo en contacto diferentes órganos, que pueden actuar como emisores o receptores de la información.
Por el contrario, los disruptores endocrinos son sustancias exógenas, es decir, no son producidas por el propio cuerpo. Lo que hacen estas sustancias tóxicas es alterar la red de comunicación imitando el papel que ejercen las hormonas. Pueden interferir en este proceso de muchas formas diferentes, desde bloqueando receptores hasta aumentar o disminuir los niveles de hormonas naturales.
Las vías de exposición a estos compuestos son múltiples, y van desde la vía alimentaria y la inhalación hasta la piel. Además, los periodos en los que se es más vulnerable a ellos son las etapas de desarrollo, como la infancia, la pubertad y la gestación.
Efectos negativos de los disruptores endocrinos sobre la salud
Basándonos en revisiones científicas recientes, los disruptores endocrinos se relacionan con múltiples efectos adversos en la salud del organismo. Un aspecto que los hace especialmente complejos y peligrosos es que incluso en baja dosis pueden tener consecuencias negativas.
Uno de los sistemas a los que más afecta es al reproductor. Los disruptores pueden influir en la fertilidad, haciendo que muchas mujeres tengan irregularidades en su ciclo menstrual o menopausia temprana. También se han vinculado con anomalías de crecimiento o peso bajo al nacer.
El cerebro y el sistema nervioso central también pueden verse afectados. En particular, en etapas tempranas del desarrollo, los disruptores pueden alterar funciones hormonales clave para el correcto desarrollo neurológico.
Otro de los sistemas que es muy sensible a la señalización hormonal y que los disruptores endocrinos pueden alterar de forma sencilla es el tiroideo. Tener problemas en la tiroides puede tener consecuencias en el desarrollo.
Sin embargo, el efecto más negativo es que los disruptores endocrinos pueden favorecer el desarrollo de ciertos cánceres, como el de mama.
Además, no es solo que puedan dañar nuestra salud durante décadas después de la exposición, sino que también pueden afectar a nuestras futuras generaciones. Algunos disruptores endocrinos tienen efectos epigenéticos que podrían heredarse generación tras generación.
Cómo se puede reducir el riesgo
Parece difícil, pero el cambio se encuentra en nuestras propias manos. Una vez que ya conoces todas las consecuencias negativas, se trata de ir reduciendo la exposición a estas sustancias mediante cambios en la rutina.
Por ejemplo, puedes evitar envases de plástico para alimentos, no calentar comida en recipientes de plástico, aumentar el consumo de frutas y verduras frescas y bien lavadas para reducir los residuos de pesticidas o mantener una ventilación adecuada en el hogar.
Sin embargo, el gesto más sencillo y por el que más gente suele empezar es cambiando sus productos cosméticos y de cuidado personal por otros que sean seguros y libres de ftalatos, parabenos y cualquier sustancia sospechosa.
En Banbu todos nuestros productos son seguros, naturales y no contienen ingredientes tóxicos, por lo que tu salud y tu organismo se verán protegidos con su uso. Realizar este pequeño gesto y comenzar a utilizar nuestra cosmética natural puede tener un impacto muy positivo en tu salud.

Cambiar hábitos para una mejor salud
Aunque evitar los disruptores endocrinos puede parecer un reto, resulta fundamental ir cambiando los hábitos para no tener una exposición tan constante a ellos. Su capacidad para alterar el sistema hormonal del organismo los convierte en agentes de riesgo para múltiples enfermedades reproductivas, neurológicas, tiroideas, e incluso para algunos cánceres.
Conocer qué son, entender los efectos y adoptar hábitos para reducir la exposición puede marcar la diferencia. Nuestras decisiones de consumo y estilo de vida pueden inclinar la balanza hacia una menor carga tóxica y una mejor salud.