¿Es sudar algo malo? Durante años nos han hecho creer que sí, pero nada más lejos de la realidad. La publicidad ha presentado el sudor como un enemigo a combatir, pero la verdad es que sudar es una función vital de nuestro organismo. Dejar al cuerpo ejercer este proceso libremente ayuda a reconciliarte con una de las funciones más básicas que tenemos. Sudar es bueno, saludable y necesario para nuestro bienestar.
En este artículo te contamos por qué sudar es necesario, cómo funciona este proceso y cómo respetarlo puede ayudarte a cuidar tu piel y tu salud.
Sudar es natural: tu cuerpo sabe lo que hace
Sudar es vital. Se trata de un proceso fisiológico esencial que se produce de manera natural y nos protege. Además, es el mecanismo que tu cuerpo utiliza para:
- Regular la temperatura corporal.
- Eliminar toxinas a través de la piel. Se calcula que mediante este proceso se eliminan hasta 300 compuestos no deseados para tu cuerpo.
- Mantener el equilibrio del sistema inmunológico.
- Responder al estrés y las emociones.
Sí, sudar forma parte de tu bienestar integral. Mediante la sudoración se eliminan metales pesados como el mercurio, el plomo, el cadmio y el arsénico. Por todo esto, sudar es necesario si queremos gozar de una buena salud y bienestar general en nuestro cuerpo.
Además, un estudio de la Universidad de Soonchunhyang (Corea del Sur) demostró que sudar con frecuencia, especialmente al hacer ejercicio, es señal de un cuerpo activo y sano. Cuanto más rápido sudas, quiere decir que mejor responde tu organismo ante situaciones que requieren refrigeración.
¿Qué ocurre cuando sudamos?
Lo primero de todo es definir el sudor. Se trata de un fluido corporal compuesto por agua, sales minerales, urea y otras sustancias orgánicas que se produce en las glándulas sudoríparas.
Se tiende a pensar que el sudor únicamente aparece en axilas, manos y pies, pero eso no es del todo correcto. Las glándulas sudoríparas se encuentran en la piel, por lo que el sudor se puede extender por toda su superficie. Algunos de los factores que provocan que sudemos más son la práctica de ejercicio físico y el calor, ya que incrementan la temperatura corporal. También condicionantes como la ansiedad o el miedo pueden desencadenar una mayor sudoración.
Una de las preguntas más frecuentes acerca del sudor es por qué huele. Si bien es común pensar que lo que produce el mal olor es el sudor, esta creencia no es correcta. El sudor por si mismo es inodoro. Sin embargo, las bacterias que alberga la piel, las cuales se alimentan de los componentes del sudor, liberan unos gases que generan ese mal olor.
El desodorante es un complemento esencial en nuestra rutina diaria si queremos librarnos de ese molesto olor que se produce en el proceso. No obstante, los desodorantes tradicionales esconden componentes tóxicos que los hacen actuar más bien como antitranspirantes.
¿Cuál es la diferencia entre antitranspirantes y desodorantes?
La principal diferencia es que los antitranspirantes convencionales bloquean las glándulas sudoríparas para evitar la sudoración, mientras que los desodorantes naturales no. Como hemos mencionado, sudar es una función vital para el cuerpo, por lo que interrumpir este proceso natural significa romper el equilibrio de tu organismo.
Además, los antitranspirantes contienen componentes que son tóxicos para el cuerpo y actúan como disruptores endocrinos, sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal del organismo. Entre sus compuestos se suele encontrar el clorhidrato de aluminio, un ingrediente que diversos estudios relacionan con alteraciones celulares, inflamación crónica y daños al ADN. Además, se está investigando su posible relación con el cáncer de mama al detectarse su acumulación en tejidos mamarios.
En resumen, cuando usamos antitranspirantes estamos acabando con una de las funciones vitales del cuerpo, y la piel, tarde o temprano, sufrirá las consecuencias.
Desodorantes naturales: la alternativa que sí respeta tu piel
A diferencia de los antitranspirantes, los desodorantes naturales sí respetan el proceso de sudoración. No bloquean el sudor, sino que:
- Neutralizan el mal olor gracias a ingredientes como el bicarbonato.
- Cuidan tu piel gracias a los aceites naturales, lo que los hace un producto apto para cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles.
- Están libres de aluminio, alcohol y cualquier otro ingrediente tóxico que pueda ser perjudicial para el cuerpo y la salud.
Sudar también es cuidarse
En Banbu creemos que cuidarse es también escuchar al cuerpo. Cambiar a un desodorante natural no solo es una decisión para proteger tu piel, sino también una forma de reconectar contigo.
Hay que aceptar que tu cuerpo está funcionando bien si suda. El no sudar no es sinónimo de salud, sino todo lo contrario. Utilizar un desodorante natural supone cuidar tu cuerpo y salud sin renunciar a sentirte fresca y segura.
Sudar no es un problema. Cambiar el desodorante puede ser el primer paso para una rutina diaria más consciente y respetuosa con tu cuerpo. Y tú, ¿te unes a sudar sin miedo?