No tienen que decirte qué te debe de sudar y qué no, pero nosotras sí te lo vamos a decir: ¡que te sude el cuerpo! Creemos que ya son suficientes los filtros por los que tenemos que pasar las personas para ser socialmente aceptadas. El deseo de no sudar no deja de ser otra regulación más a nuestra naturaleza y la imposición de unos estereotipos físicos que nadie cumple. De verdad, literalmente NADIE. Sudar no te hace menos atractiva, ni menos limpia; te hace Humana.
¡Que te sude todo!
Joshua Zeichner, profesor de dermatología en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, confirma lo que no dudábamos: "hay un estigma asociado a la humedad de la ropa debido al sudor, lo que ha llevado a los antitranspirantes a ser parte de las rutinas diarias del cuidado de la piel". No es justo que sea prioritario aparentar estar “bien” y por dentro estar sobrecargada de tóxicos que te saturan las glándulas.
No hay nada más insalubre e hipócrita que eso. Incluso ya está demostrado científicamente que "al bloquear por completo esa glándula, se corre el riesgo de un aumento paradójico de la producción de sudor en otras áreas" (Julie Russak).
Y aunque haya argumentos de profesionales de la salud, como que “la calidad de vida de una persona con exceso de sudoración es más baja que lo que puede resultar de usar antitranspirante todos los días”, no vamos a caer en la trampa. No es normal que este tipo de pensamientos circulen entre nosotras.
Ese pensamiento shakesperiano está abundando en la mente de las personas y nos está llevando a seguir comprando productos cosméticos que lo único que hacen es poner una tirita bañada en tóxicos (así intoxicándote todos los días) para la herida de la “aceptación” social.
Si te cuestionas por qué hablamos de desodorantes y antitranspirantes como algo distinto, recomendamos que leas Desodorante o antitranspirante, ¿qué elijo?
La importancia de sudar
Sudar es otra parte más de nuestro funcionamiento corporal. Es un proceso natural que permite que expulsemos toxinas que de otra manera no podríamos. Gracias a la Universidad de Pisa (Italia) se han encontrado más de 300 compuestos en el sudor humano, por eso es necesario que exista este proceso de desintoxicación.
Es a través de él que el cuerpo expulsa una variedad de sustancias no deseadas, incluidos también metales pesados, alcohol, exceso de sales, urea y productos químicos ambientales. Estamos constantemente expuestas a una amplia gama de contaminantes ambientales, desde productos químicos industriales hasta contaminantes del aire y toxinas presentes en los alimentos, el sudor puede ayudar a proteger contra su acumulación en el cuerpo.
La acumulación de toxinas en el cuerpo puede tener efectos perjudiciales en la salud. De esta manera, gracias a la proteína dermicidina producida por las glándulas sudoríparas nuestro cuerpo se deshace de microbios, evitando la generación de enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Otra razón importante por la que deberíamos sudar es la regulación de la temperatura corporal. Cuando nuestro cuerpo realiza una actividad, por factores hormonales o simplemente por la mera exposición a la temperatura ambiental, se activan las glándulas sudoríparas para producir sudor. Cuando este se evapora por nuestros poros (gastando energía) provoca calor, lo que ayuda a enfriar el cuerpo y mantener una temperatura interna saludable. Si no existiera el sudor podría tener grandes consecuencias: desmayos, golpes de calor o incluso la muerte.
Eliminamos entre 0,5L y 1L de sudor a diario en unas condiciones normales, pero si la temperatura aumenta se puede segregar incluso 1L por hora, por eso es necesario hidratarse constantemente.
Consecuencias de no sudar
Te hemos contado los beneficios de sudar, pero eliminar este proceso fisiológico conlleva también diversos perjuicios en la salud que son importantes de destacar:
- Daño celular y estrés oxidativo: Esto ocurre cuando hay un desequilibrio entre los antioxidantes y los radicales libres en el cuerpo, lo que puede dañar las células y los tejidos y aumentar el riesgo de enfermedades comentadas anteriormente.
- Disfunción del sistema inmunológico: La acumulación de toxinas puede comprometer la función del sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a infecciones y enfermedades.
- Inflamación crónica: La exposición a ciertos contaminantes ambientales puede desencadenar una respuesta inflamatoria crónica en el cuerpo. La inflamación persistente puede contribuir al desarrollo de una variedad de enfermedades crónicas, como cardiovasculares, autoinmunes, artritis y trastornos respiratorios.
- Disfunción hepática y renal: El hígado y los riñones son órganos importantes para la desintoxicación y eliminación de sustancias nocivas del cuerpo. La acumulación de toxinas puede sobrecargar estos órganos y provocar disfunción hepática y renal. Esto puede afectar negativamente la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas de manera efectiva, lo que a su vez puede conducir a un ciclo de acumulación de toxinas y daño orgánico.
- Problemas neurológicos: Algunas toxinas y contaminantes ambientales pueden atravesar la barrera hematoencefálica y afectar el sistema nervioso central. Esto puede provocar una variedad de problemas neurológicos, como deterioro cognitivo, trastornos del desarrollo, cambios de humor, dificultades de concentración y trastornos del sueño.
- Impacto en la salud reproductiva: Tanto en hombres como en mujeres puede manifestarse como disminución de la calidad del esperma, alteraciones en el ciclo menstrual, dificultades para concebir, complicaciones durante el embarazo y desarrollo anormal del feto.
Trucos y recomendaciones para usar desodorante si tienes exceso de sudoración o si huele fuerte:
- Probablemente no seas consciente de que sudas menos por la noche, por lo que se convierte en el mejor momento del día para usar el desodorante. Así se formará un pequeño tapón en las glándulas, por lo que el efecto se potencia.
- Cambia tu dieta, hay una relación importante con los alimentos que consumes y tu olor y sudoración. El café, el té, el alcohol, el tabaco o el picante producen hiperhidrosis, por lo que se recomienda no consumirlos si lo que buscas es un buen efecto del desodorante. El sudor es inodoro porque está compuesto de agua, sales y proteínas, por lo que si consumes una dieta basada en fibra tu sudor probablemente sea menos agresivo.
- No entraremos en la discusión de si el vello es higiénico o no, porque cada quién es libre de decidir lo que es mejor para sí misma. De hecho, no hay ninguna relación entre la sudoración o el mal olor y tener vello en las axilas. Lo que sí pondremos sobre la mesa es la importancia de la exfoliación del área, ya que las células muertas que se van produciendo en la zona son el banquete de las bacterias que causan el mal olor.
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Autora: Nathalia Carrillo Jácome